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Marinadas

3 años - Mamá, ¿Quién fue el primer niño del mundo? - No lo sé. - Es que he pensado que el primer niño no puedo existir porque no tenía nadie de quién nacer. - Ah, claro.  Y de golpe continua hablando: - Aunque la única posibilidad es que el primer niño o niña naciera de otra especie, de un planta, o de otro animal... - (Silencio) 5 años - Mamá, ¿Cómo era papá a los 30 años?  - No sé, no le conocía. - ¿Y tuviste más novios? - Sí. -¿Y te quedaste con papá? .... Víctor está absorto, mirando al infinito. - Papá, ¿estás pensado? - pregunta Marina toda extrañada. ... -Mamá, ¿Tú querías tener hijos? - Claro, y tuve suerte porque os tuve a vosotras dos. -Pues yo no quería nacer. - ¿Por qué? -Porque no quiero ir a la escuela. Ni a la mía ni a ninguna. - Bueno, si no hubieras nacido, no podrías comer chocolate, ni ir a un parque de atracciones, ni jugar con tus amigos... - Mamá, si no hubiera nacido no sabría lo que es todo eso y no lo echaría de menos. - (Silen

A veces

a veces, lo más honesto es asumir que tenemos miedo a abrir una puerta y que sea la equivocada aunque lo cierto es que no hay dos puertas, una al dolor y otra al amor, sólo hay una: o sientes o no... tú decides...

Nunca pasa nada

Nunca pasa nada. Blanco... blanco, puntos suspensivos, vasos vacíos, teléfonos que no suenan... e-mails que no se leen, preguntas sin respuesta, pasiones en potencia... cartas que no se reciben, cartas que nunca enviaste... miradas perdidas, palabras sin significado, expresiones indescifrables, ruido... Nunca entiendo nada. ¿Seguro? No. Y entonces ocurre. (10/06/11)

Solos

Ana ¡En casa! Misha se acerca a saludarme. Le acarició la cabecita justo detrás de las orejas. Se estremece y huye por el pasillo. Me descalzo los taconazos y noto el paraíso en mis pies. He comprado vino tinto y surtido de quesos para cenar y en la mesita del salón me esperan las últimas 50 páginas de un libro, con el que he establecido una relación totalmente pasional, de enganche, que esta noche tendré que acabar. Fernando   Encarcelado en una sobremesa familiar, no tengo escapatoria. La tía Juana habla y habla. Me concentro en sus labios mientras sus palabras se pierden por mis oídos como el agua del grifo desaparece por el desagüe. El barullo de voces es un mantra que me lleva a un agradable trance. Lejos, muy lejos, todos ríen con las estúpidas gracias de tío Rafa. Carlos   Desde mi bunker oigo una brutal explosión. Uno, dos, ¿tres segundos habrán bastado para aniquilar a la humanidad?. Me niego a salir ahora, por seguridad. ¿Cuánto tendré que esperar? Ya

Medio albedrío

Siempre había vivido con la incómoda sensación de no ser él quién tomaba las decisiones, como si algo o alguien lo dirigiera y acabara eligiendo en contra de su verdadera voluntad. Eso le preocupaba bastante, casi tanto como cuando se miraba en el espejo y no se reconocía. La imagen reflejada tenía sus mismos rasgos, el lunar en la mejilla derecha y ese hoyuelo en la barbilla. Pero no era él. Los médicos tampoco se explicaban cómo se había dislocado el hombro mientras estaba despachurrado en el sofá sin hacer nada. O el día que estando en la consulta por una revisión médica del trabajo se le empezó a amoratar y a hinchar el ojo derecho. Nadie podía sentir la sensación de soledad, angustia e incomprensión en la que vivía. Nadie excepto Jaime, el hermano gemelo del que había sido separado nada más nacer.

Malditas coincidencias

Casualmente él había pasado por ahí de camino a casa. Lo de la sangre en la camisa, es normal. Tiene una de las mejores carnicerías del barrio y eso lo sabe todo el mundo. Que se hubiera peleado con la víctima justo la misma mañana, no era importante. Juana tenía mucho carácter y con poco perdía los papeles. Que encontraran en el bolsillo de su chaqueta la cadena de Santa Rita que siempre llevaba con ella, tampoco era crucial. Se mira satisfecho ante el espejo, aguantando la expresión seria y relajada que pide su discurso y sigue ensayando. Casualmente él había pasado por ahí de camino a casa.

Pensamiento #1

frustrar . ( Del lat. frustrāre ). 1. tr. Privar a alguien de lo que esperaba. Desde hace un tiempo todo es un sí que acaba siendo un no. Creo que me irá bien acostumbrarme a no esperar nada de nadie. Paso de más frustración.